Madrid, 11 de septiembre de 2025. – La escasez de profesionales de la salud mental en España contrasta con el interés creciente por la formación especializada. Durante este verano, la demanda de cursos de posgrado en psicología ha crecido un 6% respecto al año anterior, con un fuerte repunte de la modalidad presencial, elegida por el 65% de los participantes (frente al 58% en 2024).
El Campus Internacional de Verano del Instituto Superior de Estudios Psicológicos, que este año ha reunido a estudiantes y profesionales de 12 países, refleja las tendencias de un sector en el que confluyen las necesidades sociales más urgentes y las innovaciones metodológicas. Con 25 ediciones celebradas y 7.400 alumnos formados a lo largo de su historia, este programa intensivo confirma el valor del formato estival para la actualización profesional.
Tendencias consolidadas y nuevos focos de interés
Las áreas con mayor demanda siguen siendo la sexología clínica y terapia de parejas, las terapias cognitivo-conductuales de tercera generación, la neuropsicología educativa y del desarrollo, y la gestión de las organizaciones.
A ellas se suman dos especializaciones emergentes:
Prevención integral del suicidio en población infantojuvenil, en un contexto en el que casi un 20% de adolescentes españoles reconoce haber tenido pensamientos suicidas.
Psicología digital y tecnológica, orientada a la integración de herramientas innovadoras en la práctica clínica y la gestión ética de datos y procesos.
“Los datos confirman que la formación en psicología no solo crece, sino que se orienta hacia los grandes retos actuales: la atención a la salud mental de los jóvenes y la incorporación de tecnologías a la práctica clínica”, subraya Eva Fanjul, responsable del Campus.
Un déficit estructural en salud mental
En España hay 6 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, una cifra muy por debajo de la media europea, que es de 18. Aunque en los últimos cinco años las plazas PIR se han incrementado un 45%, el número sigue siendo insuficiente: unas 200 anuales en un país donde la demanda de atención psicológica ha aumentado un 30% en la última década.
El interés creciente por programas de especialización refleja la brecha existente y la necesidad de reforzar la formación y la incorporación de nuevos perfiles al sistema sanitario.